“El matrimonio es una unión entre dos personas con un reconocimiento social, cultural o jurídico, que tiene por fin fundamental la fundación de un grupo familiar aunque también para proporcionar un marco de protección mutua o de protección de la descendencia. Puede ser motivado por intereses personales, económicos, sentimentales, de protección de la familia o como medio para obtener algunas ventajas sociales, que es lo que ha ocurrido peculiarmente bajo la sociedad burguesa.”
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Si en vez de personas uniéramos sociedades, empresas o marcas estaríamos hablando de algo parecido salvo por el sujeto de los contrayentes. Si lo aplicamos a conceptos marketinianos una definición sería un nuevo anglicismo: el Co-branding, que consiste en un acuerdo para comercializar y compartir gastos entre dos o más marcas, generalmente complementarias y no competidoras.
Nos gustaría avanzar un poco más en el desarrollo de lo que este ejercicio puede suponer dentro de nuestro plan de marketing y de como encontrar a “nuestra pareja ideal”. La ventaja de este tipo de relaciones es que suele durar lo que el interés recíproco provoque. Sobre el para qué tendríamos que hacernos algunas preguntas muy básicas:
¿Qué queremos conseguir?
Dentro del diseño del plan de comunicación, la presencia de este tipo de acciones viene justificada como herramienta de “refuerzo” a la venta directa y desde la comunicación de imagen de marca. Desde nuestro punto de vista debe ser un plan de acciones con las siguientes características:
- Objetivos medibles, cualitativos y cuantitativos.
- Integración coherente con el resto de acciones de comerciales y de comunicación.
- Estable. Buscaremos el desarrollo de acuerdos con marcas o entidades que ofrezcan las mayores posibilidades de desarrollo.
- Fortalecer la marca desde la asociación con otras de igual o mayor notoriedad en el mercado.
- Quedaría pendiente la evaluación en términos de venta directa asociada al plan y la reducción de presión publicitaria directa en virtud de los acuerdos de co–inversión.
¿Con quién?
Determinar los compañeros de viaje en el desarrollo de este tipo de propuestas debería venir determinado bajo criterios de:
- Planificación comercial (potencial de la compañía como cliente) y Comunicación (maduración del cliente en el mercado y experiencia en el mismo). Asímismo deberían establecerse unos criterios de selección de los socios basados en la oportunidad de la asociación en clave comercial y de comunicación conjunta.
- Bajo criterio de estabilidad. Creemos necesario el desarrollo de acciones conjuntas de carácter estable para su consolidación. Existen seguro ejemplos casi involuntarios de un éxito en este tipo de propuestas ya desarrollados por su compañía.
- La asociación debería establecerse con compañías maduras en el mercado y preferiblemente con experiencia en este tipo de desarrollos.
- Buscamos compañías “iguales” o "mejores" en términos de posicionamiento, presencia, inversión, target, experiencia y fortaleza en el mercado.
En definitiva, una posibilidad de ganar en prestigio, notoriedad, de poder llegar a donde no estábamos ya, una opción de optimizar nuestro presupuesto de publicidad. Se trata en el fondo de querer a alguien por un interés compartido.
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