Uno de los elementos básicos de cualquier acción publicitaria o de marketing debe ser el establecimiento de los objetivos que se pretenden conseguir con la misma, ya que poco o nada puede servirnos definir una estrategia de marketing o lanzar una campaña publicitaria si no nos planteamos unos objetivos concretos que redunden en el beneficio de nuestra empresa o proyecto.
Para el establecimiento de esos objetivos podemos cumplir las líneas maestras que se contemplan en la regla nemotécnica MARTE:
M ensurable. Cualquier objetivodebe ser medible.
A lcanzables. Plantear retos inalcanzables carece de sentido.
R etadores. Cualquier objetivo debe resultar un reto.
T emporales. El tiempo para conseguirlo es imprescindible.
E specíficos. Debe ser claramente verificable.
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Fijadas estas características debemos atender también a la estrategia de negocio de nuestra empresa, que normalmente debería venir recogida en un documento maestro, el Plan Estratégico.
En ese sentido debemos recordar que los objetivos contenidos en ese Plan Estratégico no son negociables ya que inciden directamente en la rentabilidad o en la supervivencia de nuestra empresa, y no debemos olvidar que el marketing o la publicidad son herramientas o medios al servicio de ese objetivo.
Además, dentro del establecimiento de objetivos, debemos tener en cuenta que existen diferentes tipos de objetivos y esa tipología debe ser tenida en cuenta antes del desarrollo o definición de una actuación específica. Entre los tipos de objetivos más comunes podemos citar:
Objetivos de ventas. Se trata de alcanzar una determinada cifra de ventas (unidades o cifra de negocio) o una cuota de mercado.
Objetivos de rentabilidad. Hay que obtener una rentabilidad sobre los productos vendidos.
Objetivos de rappel o volumen. A diferencia del tipo anterior, esperamos obtener el beneficio alcanzando un volumen considerable. Es la forma habitual de trabajar de las grandes superficies.
Objetivos referidos al mix de producto. EL objetivo se plantea en paralelo para toda la línea de productos.
Objetivos de distribución geográfica, numérica o de canal. Suele ser complementario a otros tipos de objetivo y se valora la presencia en un entorno geográfico, en un determinado número de establecimientos o canales de distribución. Este objetivo puede ser clave en momentos de lanzamiento.
Objetivos de vinculación o fidelización. Se plantean acciones concretas dirigidas a clientes actuales a los que se trata de atraer con un mayor número de productos.
En resumen, el establecer objetivos debe ser uno de los puntos destacados de nuestro trabajo en el puro mercadeo y debemos atribuirle la importancia que verdaderamente merece.
13.4.07
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3 comentarios:
...y además hay que tener talento. Buen blog, nos gusta y te hemos linkeado desde cracas,
Saludos,
IMAGINA
El talento es un elemento importante pero necesita de método, trabajo y constancia para alcanzar su pleno desarrollo.
Muchas gracias y nos encanta que nos lean desde la octava isla, como aquí consideramos a Venezuela.
¿La octava isla? Primera vez que lo escucho.
saludos, IMAGINA
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